Escribo para expresar mi profunda decepción con el enfoque de Tesla hacia el servicio al cliente cuando los vehículos experimentan problemas importantes inmediatamente después del vencimiento de la garantía.
Cuando los clientes invierten en un Tesla, no solo están comprando un automóvil, sino que están comprando una visión de innovación, calidad y fabricación responsable. Sin embargo, cuando un vehículo falla poco después de que finaliza el período de garantía, y Tesla no ofrece ningún gesto de buena voluntad para ayudar a cubrir los costos de reparación, esto socava la confianza que los clientes han depositado en su marca.
Que un automóvil se averíe solo unos días o semanas después del vencimiento de la garantía sugiere un posible problema de fabricación o diseño que existía durante el período cubierto. En tales casos, rechazar cualquier compensación de buena voluntad envía un mensaje preocupante sobre el compromiso de Tesla con la satisfacción del cliente y la calidad del producto.
Muchos fabricantes de automóviles tradicionales ofrecen rutinariamente asistencia de buena voluntad en estas situaciones, reconociendo que la lealtad del cliente y la reputación de la marca valen más que el costo de una sola reparación. Esta práctica genera relaciones a largo plazo y demuestra confianza en sus productos.
La misión de Tesla es acelerar la transición mundial hacia el transporte sostenible. Sin embargo, esta misión se ve socavada cuando los primeros usuarios y partidarios de los vehículos eléctricos se sienten abandonados cuando más necesitan apoyo. Estos clientes corrieron un riesgo con la nueva tecnología y merecen un mejor trato cuando surgen problemas.
Es necesario reconsiderar las políticas de Tesla con respecto a la buena voluntad posterior a la garantía y al soporte al cliente. Las experiencias de los clientes de hoy determinarán no solo sus compras futuras, sino también sus recomendaciones a otros que estén considerando el cambio a vehículos eléctricos.
El futuro del transporte sostenible depende de generar confianza, no solo de construir automóviles.
Cuando los clientes invierten en un Tesla, no solo están comprando un automóvil, sino que están comprando una visión de innovación, calidad y fabricación responsable. Sin embargo, cuando un vehículo falla poco después de que finaliza el período de garantía, y Tesla no ofrece ningún gesto de buena voluntad para ayudar a cubrir los costos de reparación, esto socava la confianza que los clientes han depositado en su marca.
Que un automóvil se averíe solo unos días o semanas después del vencimiento de la garantía sugiere un posible problema de fabricación o diseño que existía durante el período cubierto. En tales casos, rechazar cualquier compensación de buena voluntad envía un mensaje preocupante sobre el compromiso de Tesla con la satisfacción del cliente y la calidad del producto.
Muchos fabricantes de automóviles tradicionales ofrecen rutinariamente asistencia de buena voluntad en estas situaciones, reconociendo que la lealtad del cliente y la reputación de la marca valen más que el costo de una sola reparación. Esta práctica genera relaciones a largo plazo y demuestra confianza en sus productos.
La misión de Tesla es acelerar la transición mundial hacia el transporte sostenible. Sin embargo, esta misión se ve socavada cuando los primeros usuarios y partidarios de los vehículos eléctricos se sienten abandonados cuando más necesitan apoyo. Estos clientes corrieron un riesgo con la nueva tecnología y merecen un mejor trato cuando surgen problemas.
Es necesario reconsiderar las políticas de Tesla con respecto a la buena voluntad posterior a la garantía y al soporte al cliente. Las experiencias de los clientes de hoy determinarán no solo sus compras futuras, sino también sus recomendaciones a otros que estén considerando el cambio a vehículos eléctricos.
El futuro del transporte sostenible depende de generar confianza, no solo de construir automóviles.